Patricia García: «No puñitos, no coditos, no abracitos y mantengamos la distancia»

Cuando abrazamos a una persona para saludarla o despedirnos, cuando tocamos los puños o chocamos los codos rompemos la distancia social y entramos en la zona de influencia del virus. La ex ministra de Salud, Patricia García, recomendó que en esta segunda ola de la pandemia de la COVID-19 en el Perú debemos extremar los cuidados.

«Ya lo dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando se puso de moda saludarse con el codo y luego con el puño: se trata de no tener contactos y de mantener la distancia unos de otros. Y con esta variante más infecciosa, yo les diría dos metros de distancia, claramente. Nadie tiene un brazo de dos metros. La distancia entre el hombro y el codo es de 40 centímetros. Al saludarnos con el codo, nos acercamos y respiramos los aerosoles de otros. Así que no puñitos, no coditos y no abracitos, mantengamos la distancia», comentó en el programa Nada está dicho, de Jaime Chincha (RPP)

Avec les ambassadeurs francophones à Genève j’ai discuter de l’#EquiteDeVaccins. Agissons ensemble comme 1 famille 🌍 pour prioriser les personnes les + exposées au risque de maladie & décès de #COVID19. Merci 🇨🇦 Amb @LeslieENorton & @OIFrancophonie Nakseu Ngfang pour le soutien.

— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) January 29, 2021

García explicó que los aerosoles son gotitas muy pequeñitas que expulsamos al respirar o al hablar y que pueden transportar el virus. En espacios cerrados, estas gotitas pueden flotar en una nube en constante movimiento por el efecto de la recirculación del aire y contagiar a más personas. «Yo me voy, pero el aerosol queda. Si el lugar está ventilado, el aerosol cae al suelo y el virus de muere. El lavado de manos también es importante porque yo puedo tocar superficies en las que cayeron los aerosoles y luego tocarme la cara», dijo.

¿Sirven los tapetes con lejía?

Una de los protocolos de bioseguridad que todos los locales comerciales implementaron desde el inicio de la cuarentena fue colocar un tapete con lejía en la puerta de ingreso y un trapo para secar los pies para supuestamente eliminar el virus de los zapatos. A la luz de lo que se sabe ahora, ¿es una medida efectiva? «El tapete con lejía no sirve», dice García. «Lo hemos repetido varias veces y no tiene mucho sentido. Lo que sí sirve es alejarse de las aglomeraciones. Si van a una tienda. no se peleen por un producto. Su vida es más importante que el papel higiénico que están comenzando a acumular».

"Espero que los mensajes estén llegando claramente a las personas y todos entiendan que estamos viviendo una crisis sanitaria".

Lo que sí es fundamental, recordó, es dejar las cosas que compramos a un lado y lavarnos las manos apenas volvemos a casa. Si bien el virus muere en poco tiempo en contacto con una bolsa de plásticos «porque no es su espacio natural», uno puede rociar los productos con alcohol antes de guardarlos para mayor seguridad.

«Siendo honesta, espero que en 15 días podamos ver una tendencia en el que la velocidad de los casos empiece a bajar, pero aun así necesitaremos un poco más de tiempo para controlar la situación. Debemos tomar esto de manera responsable y no sacarles la vuelta», dijo.