El Perú tiene un problema de abastecimiento en los hospitales públicos
Los precios de medicamentos de marca y genéricos son -66% más baratos que otros países de LATAM, sin embargo los problemas de abastecimiento, la logística y demora en las entregas son solo algunos de los temas que se deben mejorar para que miles de peruanos no se vean afectados.
Con la entrada de la pandemia, satisfacer las necesidades básicas es una preocupación de miles de peruanos. Además del acceso a la salud y el costo y distribución de los medicamentos es un tema diario de conversación.
La precariedad del sistema sanitario se ve exacerbada por el desabastecimiento de medicamentos en los centros de salud a nivel nacional.
Según la encuesta de la Superintendencia Nacional de Salud, solo el 56.7% de los establecimientos del Ministerio de Salud (Minsa) entrega los medicamentos completos. Por ello, los pacientes gastan de más en adquirir productos en establecimientos farmacéuticos privados.
Como todos los años, se realiza un estudio sobre los precios de los medicamentos en el mercado. IPSOS en su estudio denominado “Levantamiento de precios de medicamentos en 7 países de Latinoamérica 2022” arroja una serie de cifras sobre la gran diferencia en el costo de medicamentos en Perú en comparación con Latinoamérica.
Se muestra que el Perú, a diferencia de otras regiones de Latinoamérica, es uno de los países con los precios más baratos en medicamentos convencionales, sobre todo, en los genéricos puros. Hasta la actualidad, tanto de marca como genéricos hacen una suma de -66% más baratos.
Aunque el escenario de un precio accesible se encuentre en Perú las causas del limitado acceso a este beneficio en precios radican en a) el mal proceso de abastecimiento de medicamentos, b) incumplimiento en programaciones de entregas c) personal poco capacitado en procesos de adquisición de medicamentos, d) problemas en el transporte de materias primas de los medicamentos del extranjero, entre otros.
La salud es un derecho fundamental, y como tal, los medicamentos deberían estar disponibles en todo momento y con calidad garantizada.
Se requiere, nuevamente, hacer énfasis en la revaluación de las políticas de abastecimiento actual, implementar un sistema logístico más eficiente, sea por parte del Estado o tercerizado o más pacientes se seguirán perjudicando.
Desabastecimiento público
Con el 56% de la población afiliada al Seguro Integral de Salud (SIS) y el 33% al Seguro Social de Salud (EsSalud), el acceso a los medicamentos debería ser cubierto por el sistema de salud pública.
Sin embargo, ante su deficiente gestión, las familias se ven regularmente en la necesidad de acudir a boticas, farmacias o clínicas para comprar los medicamentos que necesitan y el sector público no ofrece.
De acuerdo con cifras de Digemid, uno de cada cinco establecimientos de salud administrados por el sector público registraba a diciembre de 2021 un desabastecimiento o substock de la canasta representativa de medicamentos construida por el IPE.
Sin embargo, este resultado oculta importantes diferencias tanto a nivel regional y según medicamento. Por ejemplo, a pesar de las recurrentes advertencias ante una potencial tercera ola de contagios de Covid-19, en regiones como Arequipa y Áncash cerca del 40% de establecimientos públicos – en promedio – exhibían una limitada disponibilidad de paracetamol.
La incapacidad del sector público para brindar los servicios de salud de manera efectiva y oportuna obliga a sus asegurados a adquirir medicamentos en el sector privado, enfrentándose a un rango de precios muy amplio.
Esto impacta significativamente en el bolsillo de las personas, en especial de aquellos con menores ingresos. Según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), el gasto en medicinas como porcentaje del salario del quintil más pobre de la población se incrementó de 14% en 2019 a 20% en 2020 debido a la emergencia sanitaria.
Sin acceso a los centros de salud por todos los peruanos, malas políticas administrativas, falta de regulación en la adquisición de medicamentos genéricos (siendo estos los que cuentan con la mayor brecha de reducción de precios), la única percepción de la población peruana será que este beneficio no existe.