Salud Física

Cómo prevenir una enfermedad cardiovascular

Desde evitar el tabaco hasta mejorar nuestra dieta. Reducir el riesgo está en nuestras manos.

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, reducir el riesgo de sufrirlas depende en gran medida de nosotros mismos. Esto se debe a que muchas de ellas pueden prevenirse incluyendo hábitos saludables en nuestro estilo de vida.

Las ECV son un grupo amplio de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos. Estos problemas a menudo se deben a la aterosclerosis, que es la formación de placa (grasa, colesterol y otras sustancias) en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro, lo que finalmente puede terminar en un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular (ACV). 

Sigue estas recomendaciones para reducir el riesgo:  

  • No consumas tabaco

Ninguna cantidad está permitida. El tabaco es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares, en particular cardiopatías y ACV. Como dice el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, “el tabaco no solo causa cáncer, sino que literalmente rompe los corazones”. A los dos años de dejar de fumar se reduce sustancialmente el riesgo de padecer una enfermedad coronaria y tras 15 años el riesgo es similar al de una persona no fumadora, explica la Fundación del Corazón. 

  • Reduce el consumo de sal

Para los adultos, la OMS recomienda consumir menos de 5 gramos (un poco menos que una cuchara de té) de sal por día. No es necesaria una batalla en contra de nuestro paladar, podemos hacer un cambio progresivo no agregando sal durante la preparación de los alimentos, quitando el salero de la mesa, evitando los tentempiés salados y escogiendo productos hiposódicos. 


"Si ha llegado a una edad avanzada sin desarrollar una enfermedad cardiovascular, su riesgo sigue siendo alto, así que no dé por sentada su buena suerte. Nunca se es demasiado viejo para hacer ejercicio o dejar de fumar". Dr. Howard LeWine, editor en jefe de Harvard Health Publishing.

  • Prioriza el consumo de frutas y verduras

Lo ideal es comer al menos 400 gramos o cinco porciones de frutas y verduras al día. Para que te hagas una idea, una manzana mediana o una taza de uvas equivale a una porción de 150 gramos, al igual que un tomate mediano o un plato hondo lleno de lechuga. Al mismo tiempo, es importante reducir los alimentos procesados (como dulces y comida rápida) y evitar las grasas trans. Bebe más agua y menos bebidas azucaradas.

  • Haz actividad física regular

La OMS recomienda conseguir al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa. También puedes hacer una combinación de actividad moderada y de actividad intensa. Como objetivo general, incluye al menos 30 minutos de actividad física en tu rutina diaria.

  • Evita el consumo excesivo de alcohol

De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), una cantidad moderada de alcohol significa: no más de una bebida alcohólica al día para las mujeres y no más de dos bebidas alcohólicas al día para los hombres. El atracón de alcohol, la forma más común de consumo en exceso, se define como cuatro o más tragos en una sola ocasión para las mujeres y cinco o más tragos en una sola ocasión para los hombres. Una bebida alcohólica es equivalente a una botella de cerveza, una copa de vino o un trago de licor fuerte, como ginebra, ron o vodka.

Ignorar estos hábitos en nuestro día a día puede llevarnos a sufrir hipertensión arterial, hiperglucemia, hiperlipidemia, diabetes y sobrepeso u obesidad. La presencia de uno o más de estos males aumenta significativamente el riesgo cardiovascular, por lo que es fundamental el tratamiento temprano con orientación de un especialista y la administración de medicamentos, según corresponda. 

“No creo que la enfermedad cardiovascular sea inevitable de ninguna manera”, dice el Dr. Howard LeWine, editor en jefe de Harvard Health Publishing. “Si tuviéramos mejores dietas desde la primera infancia y permaneciéramos físicamente activos durante toda la vida, muchos menos de nosotros la desarrollaríamos. Si ha llegado a una edad avanzada sin desarrollar una enfermedad cardiovascular, su riesgo sigue siendo alto, así que no dé por sentada su buena suerte. Nunca se es demasiado viejo para hacer ejercicio o dejar de fumar. Puede darte más años cuando tú, y no tu enfermedad, tengas el control de tu vida». 

Ya lo sabes, ahora la pregunta es, ¿con cuál de estas actividades vas a empezar?



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