Cuidados de la piel en niños durante el verano
Por la Doctora Melissa Onofre, especialista en dermatología pediátrica
Durante esta temporada de verano es común que nos expongamos a una radiación muy alta por periodos de tiempo muy largos, lo que podría generar diversos daños a la piel e, incluso a mediano o largo plazo, aumentar nuestra incidencia de manchas, lunares, envejecimiento prematuro e incluso cáncer a la piel.
Pero son los niños quienes presentan durante estos meses condiciones dermatológicas más frecuentes, que pueden ir desde exacerbaciones de dermatitis atópica, miliarias o sarpullidos, dermatitis del pañal. Y aunque la gran mayoría de estas afecciones pueden ser tratadas con éxito, es posible prevenir estos daños en la piel de los niños -o reducir su gravedad- a través de una buena rutina de cuidados de la piel, la cual deberá basarse en tres grandes pilares:
- Una buena rutina de aseo.
- Reparar y humectar la piel.
- Una adecuada fotoprotección.
Si bien estos cuidados podrían parecer excesivos para muchas familias, es importante recordar inculcar y educar a los niños para que adquieran el hábito de una buena rutina de cuidado en la piel. Recordemos que cuando se les enseña desde muy pequeños, los niños tienen mucha facilidad para adquirir hábitos saludables e incluirlos dentro de su rutina diaria.
Aunque muchas veces los padres solemos preocuparnos más por aspectos como la alimentación y la actividad física de nuestros niños, es igual de necesario recordar que la piel es la barrera que nos protege frente a todos los agentes externos a nuestro organismo, y por ello debemos de cuidarla de manera específica.
Afecciones a la piel en verano
Una afección muy frecuente en bebés durante la temporada de verano son los sarpullidos, que aunque no son graves pueden prevenirse fácilmente. Y es que usualmente estos sarpullidos se deben a que los papás, sobre todo en familias primerizas, no calculan correctamente la cantidad de ropa que deben usar los bebés, tanto por temor a enfermedades bronquiales, como por seguir ciertos mitos o leyendas urbanas que deberían desterrarse, y que abogan por sobre-abrigar a los bebés.
Otro caso usual de afección a la piel es la dermatitis atópica, una enfermedad que afecta a uno de cuatro niños, y que puede controlarse manteniendo una buena higiene, y evitando el exceso de sudor, el cual actúa como sobre la piel como una sustancia irritante y ocasiona que exacerbe la dermatitis atópica en estaciones calurosas.
Finalmente, es importante tomar en cuenta que la medicina moderna no solamente trata o cura enfermedades, sino que tiene la obligación de educar para prevenirlas, con el objetivo que las próximas generaciones no padezcan todas las cronicidades que padecemos nosotros. Por ello, es necesario que, cuando una familia va a tener un bebé, acuda a una consulta prenatal con el pediatra que escojan, el mismo que deberá mapear -antes del nacimiento- si ese niño va a tener riesgo de tener alguna enfermedad en la piel.
La idea es siempre prevenir y educar a padres y niños para evitar cualquier problema o enfermedad relacionada con la piel.