¿Las mujeres tienen más riesgo de desarrollar cáncer de tiroides? 

El cáncer de tiroides es una enfermedad que afecta a una pequeña glándula situada en la parte delantera del cuello, la cual se encarga de regular importantes funciones del organismo como el metabolismo. De acuerdo con cifras del Observatorio Mundial del Cáncer, este es el séptimo tipo de cáncer más común a nivel global. 

Durante mucho tiempo se asumió que las mujeres tenían aproximadamente el doble de probabilidad que los hombres de ser diagnosticadas con este tipo de cáncer. Sin embargo, especialistas de Mayo Clinic, señalan que esa diferencia podría no ser tan marcada como se creía. 

Según el Dr. Eric Moore, cirujano de cabeza y cuello en Mayo Clinic  de Rochester y director médico de Mayo Clinic Internacional, la mayoría de los casos de cáncer de tiroides son tratables. “Algunos cánceres de tiroides, aunque más raros, son muy agresivos y más difíciles de tratar (…) Aunque antes se pensaba que eran intratables, hemos logrado avances importantes en el tratamiento de los tipos más agresivos”, comparte. 

Riesgos y síntomas para tener en cuenta 

En la mayoría de los casos de cáncer de tiroides, no se conocen con exactitud las causas que provocan las mutaciones en el ADN de las células tiroideas. Sin embargo, se ha identificado que la exposición a radiaciones en la región de cabeza y cuello o ciertos antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo de contraer la enfermedad.  

El endocrinólogo Victor Bernet, también médico de Mayo Clinic, sostiene que, si bien las estadísticas han demostrado más diagnósticos en mujeres, esto se debería a que ellas son más proactivas respecto a su salud, acudiendo con mayor frecuencia a los controles médicos, lo que permite detectar casos tempranos. “Los hombres también tienen este riesgo, pero no estamos identificando casos con la misma frecuencia”, advierte.  

Cabe resaltar que el cáncer de tiroides suele no presentar síntomas en sus primeras etapas. Cuando avanza, pueden aparecer señales como bultos en el cuello, cambios en la voz, dolor en la garganta o cuello, aumento de ronquera y dificultad para tragar.  

Opciones de tratamiento  

El tratamiento principal para esta enfermedad es la cirugía, que puede variar de acuerdo con el tipo de cáncer detectado, su tamaño y si se ha extendido a los ganglios linfáticos.  

Entre las cirugías más comunes se encuentran la tiroidectomía (extirpación) total o casi total, en la que se retira toda o la mayor parte de la glándula tiroides, y la lobectomía tiroidea, que consiste en extraer solo una parte de la glándula. En casos específicos, donde el cáncer se ha propagado, se realiza una disección de ganglios linfáticos para extirpar los afectados y analizarlos. 

Teniendo en cuenta que el cáncer de tiroides puede afectar tanto a mujeres como hombres, es importante que todos tomemos conciencia sobre la importancia de acudir a controles médicos periódicos, incluso en ausencia de síntomas. La detección temprana del cáncer de tiroides -así como de otras enfermedades oncológicas- permite acceder a más diagnósticos oportunos y posiblemente tratamientos menos invasivos. 

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