Anemia: una enfermedad recurrente en el adulto mayor

Solemos hablar y atender, a través de diversos programas, la anemia infantil, descuidando en ocasiones a otro sector de la población que sufre esta enfermedad: los adultos mayores, en quienes este mal suele estar asociado a riesgos de deterioro físico, funcional, cognitivo, requiriendo muchas veces de hospitalización.

“La anemia es una alteración común en los ancianos y constituye un problema de salud en este grupo etario. Se sabe que aproximadamente 13% de los individuos de 70 años o más tienen anemia, dado su vulnerabilidad al contraerla”, explicó la Dra. Fiorella García, médico geriatra para radio Karibeña.

En diversos estudios hechos a adultos mayores se ha demostrado que la anemia disminuye su capacidad física y fuerza muscular, con un 150% más probabilidades de llegar a una hospitalización.

La anemia es un trastorno de la sangre. Existen diversos tipos: anemia por deficiencia de hierro, anemia perniciosa y anemia hemolítica. Estos se relacionan con distintas enfermedades y problemas de salud. La anemia se presenta cuando el organismo produce muy pocos glóbulos rojos, estos contienen hemoglobina, una proteína que transporta oxígeno por todo el cuerpo. Cuando no hay suficientes glóbulos rojos, o la cantidad de hemoglobina que tiene la sangre es baja, el organismo no recibe todo el oxígeno que necesita, derivándose en anemia.

“La anemia es una alteración común en los ancianos y constituye un problema de salud en este grupo etario. Se sabe que aproximadamente 13% de los individuos de 70 años o más tienen anemia, dado su vulnerabilidad al contraerla” Dra. Fiorella García, médico geriatra.

Para determinar si una persona mayor a 60 años tiene este trastorno, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que una cantidad menor de 12 gramos de hemoglobina por decilitro de sangre en mujeres, y 13 gramos en el caso de los varones, será catalogada como anemia.

“La deficiencia de hierro en este grupo de población es una condición que les incrementa el riesgo de sufrir otras enfermedades como vasculares, neurológicas, insuficiencia renal crónica, entre otras, y este riesgo aumenta con la edad”, añadió García.

Las consecuencias de la anemia en adultos mayores implican la reducción de su fuerza muscular, capacidad física y disminución de la movilidad. De esta manera, la persona empieza a reducir su actividad diaria; también aumenta la fatiga, llegando incluso a la mortalidad.

“La deficiencia de hierro en este grupo de población es una condición que les incrementa el riesgo de sufrir otras enfermedades como vasculares, neurológicas, insuficiencia renal crónica, entre otras, y este riesgo aumenta con la edad” Dra. Fiorella García, médico geriatra.