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Apego seguro o apego inseguro en niños

Hay diferentes tipos de apego (seguro e inseguro) que pueden cambiar la dinámica de relaciones en el entorno del niño. Conoce los tipos de apegos y algunas características.

Cuando nacemos llegamos con el 22% de nuestro cerebro desarrollado. Definitivamente, necesitamos de nuestros cuidadores porque la única forma de sobrevivir es buscando proximidad física y emocional.

El adulto o cuidador es nuestra figura reguladora y formadora de nuestro cuerpo y cerebro.

De allí, según Felipe Lecannelier, “el apego es un sistema cerebral corporal y representacional que le permite al bebé ser cuidado, protegido, regulado (…) un sistema que le permite al ser humano sobrevivir y adaptarse a la complejidad de este mundo”.

Cuando esta figura de seguridad no está disponible, se activa un sistema de amenaza que pone en marcha la huida, la lucha o parálisis

El apego seguro depende de la constancia del cuidador en proporcionar cuidados y seguridad.Los niños con apego seguro se comportan de manera confiada con el entorno, no les provoca miedo el “abandono”.

El apego inseguro se demuestra con la sensación de que el niño encuentra carencias en su cuidado. Son de 3 tipos: a) inseguro-evitativo, b) ambivalente-resistente y c) desorganizado-desorientado

En el apego inseguro evitativo el niño no ha aprendido a contar con sus figuras de apego (necesidades no atendidas, rechazo emocional, etc.).

Normalmente los niños tienen dificultad para expresar sus emociones, buscan cierta autonomía, son más retraídos e indiferentes.

En el apego inseguro ambivalente-resistente los niños son muy exigentes, necesitan aprobación constante, vigilan que su figura de apego esté cerca y necesitan muestras de cariño.

En el apego desorganizado-desorientado los niños muestran comportamientos contradictorios, son más ansiosos y tienen dificultad para relacionarse con los demás.

 

 

 


Un niño con apego inseguro suele tener una madre o un padre que no reaccionan de forma consistente. Unas veces son cálidos y cariñosos, pero otras, precisamente cuando el niño más demanda, se muestran fríos e inaccesibles.



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