En el Perú, según el último reporte del Observatorio Global del Cáncer (Globocan) 2020, anualmente se detectan alrededor de 6.860 nuevos casos de cáncer de mama y fallecen 1.824 mujeres por esta causa. Además, se sabe que el cáncer de mama ocupa el segundo lugar de mayor prevalencia en la población, solo después del cáncer de próstata.
Se trata de un escenario de cifras preocupantes. Sin embargo, a pesar de ello, comenta Catya López Ampuero, licenciada de la Liga Contra el Cáncer, la cultura de prevención sigue siendo un enorme desafío para el país.
Justamente, agrega López, según datos oficiales del Minsa, se estima que el mayor porcentaje de casos de cáncer llega en estadios 3 y 4. “El 70% de la población acude en una etapa de cáncer avanzado, lo que genera tratamientos más largos, invasivos e incluso costosos”, explica la especialista. Pero no solo eso, sino que repercute ampliamente en las posibilidades de supervivencia de las pacientes.
Pese a que existen factores de riesgo que podrían aumentar la posibilidad de desarrollar cáncer de mama que no pueden ser modificables, como el sexo, los antecedentes personales (si la menstruación empezó antes de los 12 años e igualmente si la menopausia comenzó pasados los 55 años) y los antecedentes familiares (aumentan la probabilidad de cáncer en 13% y si son más de uno en 21%), López detalla que también existen condiciones de riesgo sobre las que sí podemos y debemos actuar desde temprana edad.
Algunos de estos factores de riesgo son el sobrepeso, la obesidad y el uso de hormonas. En estos casos, para prevenir el cáncer de mama, las mujeres deben:
- Llevar una alimentación balanceada, incorporando en ella frutas, verduras y el consumo de agua en lugar de bebidas carbonatadas.
- Hacer actividad física por lo menos 30 minutos al día. Aplica para todas las edades.
- Evitar o reducir el consumo de tabaco, alcohol y sustancias químicas.
- Descansar mínimo 7 horas y buscar actividades que ayuden a canalizar los niveles de estrés del día a día.
- Realizar el autoexamen de mamas a partir de los 15 años, una vez al mes.
- Máximo a los 20 años de edad, acudir al primer chequeo preventivo de las mamas a cargo de un profesional de la salud. Este debe hacerse siempre una vez al año.
- Si ya tienes 40 años, además del autoexamen de mamas y el chequeo preventivo, añadir una mamografía anual. Esta es la prueba de oro para el descarte de cáncer de mama ya que es la única capaz de detectar lesiones de tamaño milimétrico.
La ecografía mamaria es un examen complementario que podrían solicitarte, bajo condiciones especiales que encuentre el proveedor de salud.
Asimismo, el cáncer de mama no suele mostrar signos visibles en su etapa inicial, por eso es muy importante prestar atención a estas señales al momento de tu autoexamen mensual:
- Hundimiento o irritación en la mama
- Hinchazón o aumento del grosor de alguna zona de la mama
- Aparición de bultos en la mama o axila
- Secreción del pezón (que no sea leche)
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