Cistitis: ¿Cómo identificar y tratar una infección urinaria?
Aunque no suele presentar grandes riesgos para la salud, la cistitis puede generar mucha incomodidad y revelar fallas más graves en el aparato urinario. Descubre cuáles son sus síntomas, factores de riesgo, tratamientos y medidas para prevenir una infección urinaria.
La cistitis es una infección urinaria más frecuente del aparato urinario y de todo el organismo después de las respiratorias. Afecta a la vejiga y, en el ámbito hospitalario, es la infección más común.
Pero ¿qué es exactamente la cistitis y cómo se manifiesta en nuestro organismo? De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, la cistitis se puede definir como la presencia de gérmenes en la orina. Normalmente se trata de bacterias (bacteriana) y excepcionalmente, hongos (micótica) o virus (vírica).
Entre sus principales síntomas, la cistitis presenta un característico dolor o escozor al miccionar, frecuencia miccional muy aumentada o escasa, sensación permanente de deseo de miccionar, y a veces orina sanguinolenta. Es infrecuente la aparición de fiebre durante cuadros de cistitis.
Sin embargo, si junto a la cistitis se identifica fiebre, ello puede indicar que otro órgano está afectado. En un varón puede ser la próstata, lo que configura un cuadro de prostatitis aguda. En el caso de que el órgano afectado sea el riñón, el cuadro se denomina pielonefritis aguda y se caracteriza por fiebre, escalofríos, dolor lumbar y malestar.
Así, tenemos que los principales síntomas de la cistitis son:
- Dolor o escozor miccional.
- Frecuencia miccional muy aumentada.
- Sensación permanente de deseo miccional.
- Orina sanguinolenta.
Causas y factores de riesgo
La cistitis es causada por gérmenes que proceden en casi todos los casos de las heces. Es aquí donde la bacteria Escherichia Coli toma protagonismo, pues es responsable del 85% de las infecciones no complicadas en mujeres sexualmente activas, del 70% de las infecciones no complicadas del adulto y del 50% de las infecciones hospitalarias.
Otros gérmenes que pueden desencadenar un cuadro de cistitis son Proteus, Klebsiella, Enterobacter, Citrobacter, Pseudomona, Serratia, Stafilococo Streptococo Faecalis y el Stafilococo Saprofíticus.
En cuanto a los factores de riesgo asociados a esta infección urinaria, existen factores demográficos (pobreza, ambiente nosocomial -hospitalario-, embarazo), urológicos (sondas, anomalías, cálculos, obstrucción), médicos (diabetes, inmunosupresión) y de comportamiento (los anticonceptivos tipo barrera aumentan cuatro veces el índice de infección, el riesgo aumenta 40 veces en la mujer sexualmente activa) que facilitan la infección urinaria.
Sin embargo, existen otras situaciones en las que la predisposición es más importante. Por ejemplo:
- Diabetes
- Embarazo
- Infección en niños y reflujo vésico-renal.
- Obstrucción: el factor de riesgo más importante. Permite un mayor crecimiento y penetración intrarenal de los gérmenes y es decisivo en la destrucción renal.
Tratamiento y medidas preventivas
En cuanto a su tratamiento, este suele ser antibiótico y debe hacerse de forma selectiva, eligiendo el mejor de aquellos a los que el germen es sensible, por lo que en muchos casos será necesario un cultivo de orina y antibiograma.
En cualquier caso, la aplicación del tratamiento será diferente dependiendo de la edad, localización, tipo de infección, recurrencia etc.
A pesar de ser una infección, la cistitis puede prevenirse con una adecuada higiene y limpieza del área genital, lo que puede ayudar a reducir las posibilidades de que algunas bacterias se introduzcan a través de la uretra. Las mujeres son especialmente vulnerables a la cistitis, ya que la uretra está muy cerca del recto, por lo que mantener una rutina de limpieza genital es esencial para evitar infecciones urinarias
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