Cuidado con la vitamina D

Muchos sabemos que la mejor fuente de Vitamina D la podemos conseguir con 15 minutos de exposición a los rayos solares exponiendo una cantidad razonable de superficie corporal para una mejor absorción. Los parámetros de la medicina integrativa indican que el nivel de vitamina D debe estar en 40 mg/ml (no 30 mg/ml). Para tratar una enfermedad autoinmune, un proceso inflamatorio, búsqueda de embarazo.

Niveles insuficientes de Vitamina D pueden provocar una mala digestión, que los anticuerpos se mantengan altos porque esta vitamina es crucial para el sistema inmunitario, que la pared intestinal no termine de curarse, los embarazos no lleguen a término, mal funcionamiento de la tiroides, malabsorción de calcio.

Es importante saber que si se opta por la suplementación, hacerlo con un especialista para evitar la intoxicación, de tal manera que las otras vitaminas que necesita el cuerpo como las vitaminas liposolubles (A, E, K) regulan el exceso de otras, como la D. Bajo un análisis de sangre como 25-hidroxivitamina D se pueden obtener los valores reales y si es necesario iniciar la suplementación.

Dónde está la vitamina D

La fuente principal de vitamina D es el sol. También se puede obtener de algunos alimentos como el pescado azul y algunos aceites de pescado, el hígado y grasa de mamíferos marinos, yema de huevo y productos enriquecidos (leche, zumo, pan y cereales). «Pero los aportes en la dieta rara vez superan el 10% de las necesidades totales de esta vitamina», advierte la doctora Ana Martínez Rubio, coordinadora del grupo PrevInfad de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria ( Aepap). La síntesis cutánea inducida por la luz UVB provee el 90% restante.

Todo en su justa medida. Hasta lo bueno. El déficit de vitamina D, la «vitamina del sol» se ha asociado a diversas patologías, pero tan malo es no llegar como pasarse. En altas dosis, el colecalciferol puede conducir al fallo renal.