Salud Física

Escoliosis: hábitos, deportes y cuidados para su tratamiento

La mayoría de las personas con escoliosis pueden tener una vida normal y activa.

La escoliosis es una alteración de la columna vertebral en la que esta se curva en forma de ‘S’ hacia el lado derecho o el izquierdo. Generalmente, se diagnostica cuando se observa en el niño un hombro, cintura o cadera más alta en un lado que en el otro. Aunque pueda existir una predisposición genética, su causa sigue siendo desconocida. 

La escoliosis aparece, sobre todo, a las puertas de la adolescencia, desde los diez años, habitualmente con el último brote de crecimiento. Con menos frecuencia, se diagnóstica en niños menores de 10 años con mucho crecimiento restante o en una etapa adulta una vez terminado el crecimiento. 

Tal como explica en su página web el Dr. Juanjo López Martínez, Doctor en Medicina y Cirugía y especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica, la escoliosis no duele: «Si hay dolor y escoliosis, aunque lo habitual es que sea debido a causas musculares (sobrecarga, contracturas, etc.), hay que descartar otros motivos como casos tumorales (muy poco frecuentes)».

Entre los tratamientos frecuentes está la fisioterapia, el uso de corsé para intentar frenar la evolución de la curva y la cirugía para casos severos en los que es necesario disminuir radicalmente la curva de la escoliosis y frenar la progresión.

La escoliosis no limita  

La escoliosis permite hacer una vida normal, a no ser en casos graves. Así, el afectado puede llevar peso en la espalda y también puede practicar deporte. 

La natación es la actividad más recomendada para personas con escoliosis, sin embargo, cualquier deporte puede ser beneficioso. «Por desgracia, no hay un deporte que cure la escoliosis. Hay que dejar que el adolescente elija el deporte que más le guste, esa es mi opinión. La natación es el deporte «estrella» por ser muy simétrico pero, si no hay posibilidad o no le gusta, el adolescente puede hacer cualquier otro deporte», agrega el Dr. López Martínez. 

Es importante tener en cuenta que hay ejercicios que es mejor evitar porque incrementan la posibilidad de sufrir lesiones, sobrecargas o contracciones musculares, como la halterofilia, lanzamientos atléticos o los deportes de lucha. En cualquier caso, es mejor consultar con un médico. 

Otra recomendación es realizar estiramientos a diario para tener en buena forma los músculos, mejorar la postura y, con ello, reducir los efectos que tiene la escoliosis en este aspecto. Unos 15 minutos al día de esta actividad puede marcar la diferencia. 

Por supuesto, es clave visitar de forma regular a un especialista para que valore el estado de la enfermedad. 

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