El estrés laboral es una de las principales causas de malestar emocional y físico en trabajadores de todos los sectores. Jornadas extensas, sobrecarga de responsabilidades, urgencias de último minuto y la dificultad para desconectarse del trabajo son factores que, si se acumulan, pueden derivar en agotamiento, ansiedad y otros problemas de salud.
Joissy Vega, magíster en Gestión del Talento Humano y especialista en Empleabilidad y fortalecimiento de habilidades blancas, explicó en entrevista para Salud Niuz que el primer paso para manejar el estrés es reconocerlo y adoptar hábitos que permitan equilibrar las obligaciones con el bienestar personal, como, por ejemplo:
Realizar pausas activas y organizar tus tareas
Uno de los consejos esenciales de Vega es dedicar tiempo para hacer pausas activas, “que permitan conectar con tu cuerpo y relajarlo para que así puedas volver renovado a tus actividades laborales”, precisa. Levantarse, estirarse, hacer ejercicios de respiración o caminar unos minutos puede reducir la tensión acumulada y mejorar la concentración.
Además, recomienda organizarse mediante agendas físicas o digitales, técnicas que ayudan a diferenciar lo importante de lo urgente. Esto permite priorizar tareas y evitar la saturación mental. Cuando aprendes a gestionar tu tiempo y a poner en orden tus pendientes, disminuyes la sensación de desborde o frustración.
Aprender a decir no y fortalecer tu comunicación
Otro aspecto relevante es el desarrollo de la asertividad y la capacidad de negociación. “Aprender a decir no en las situaciones que lo requieran o a brindar nuevas alternativas de solución ante un pedido de último momento o alguna eventualidad inesperada”, comparte la experta.
Desconéctate y prioriza tu autocuidado
Una pauta indispensable para cuidar la salud mental es desconectarse del trabajo y dedicar tiempo de calidad a la familia, amigos o actividades personales. Según Vega, estos espacios permiten liberar tensiones, mejorar el estado de ánimo y fortalecer los vínculos afectivos.
Asimismo, dormir entre 6 y 8 horas diarias, mantener una alimentación saludable y ejercitarse regularmente son pilares para que el cuerpo responda mejor frente a situaciones de alta demanda laboral.
Crea un ambiente de trabajo saludable
El entorno laboral también influye en el manejo del estrés. La especialista recomienda fomentar relaciones de confianza con los compañeros para poder expresar inquietudes y buscar apoyo en momentos difíciles. “Tu equipo de trabajo podría aminorar tu carga laboral o ser parte de tu red de apoyo ya que si hay confianza podrías expresarte con libertad y si te sientes parte de un espacio seguro para ti, podrías disminuir la tensión que estaría ocasionándote estrés en el trabajo”, explica.
Finalmente, recuerda que cuidar de uno mismo no es un lujo, sino una necesidad. El bienestar emocional influye directamente en nuestro rendimiento, en la toma de decisiones y en la calidad de nuestras relaciones. Por eso, gestionar el estrés laboral es una inversión en nuestra salud integral.
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