Estudio del Minsa revela incremento de establecimientos de salud en condiciones inapropiadas para la atención al público
Seguimos sin darle prioridad a la salud. Según un informe del Minsa, son 46 establecimientos de atención primaria en condiciones inadecuadas más que hace un año. Las regiones con peores brechas en infraestructuras son Puno y San Martín.
Si bien es cierto que los contagios y las muertes por COVID-19 se han reducido considerablemente, la brecha en infraestructura en el sector salud se ha incrementado. Y es que en el 2021 pasamos de un 51% a 91% de establecimientos en condiciones inadecuadas para la atención de pacientes tanto en establecimientos primarios como hospitales, según precisa un último reporte del Ministerio de Salud.
Equipamiento obsoleto, inoperativos o insuficientes, son uno de los tantos problemas que sufren estos centros de salud, que luego de combatir una pandemia durante los últimos 2 años, se encuentran en peores condiciones, cuando debería ser todo lo contrario.
El informe revela que 8,577 establecimientos de salud nivel primario operan en condiciones inadecuadas. Eso quiere decir que hubo 46 postas y centros de salud más que en el 2020 atendiendo a la población con equipos obsoletos y en malas condiciones.
Eso nos revela que de los 8,783 establecimientos de atención primaria que administra el Estado, el 97.65% no son apropiados para la atención al público. Cifra superior al 97% registrado el año pasado. A nivel nacional las regiones con peores indicadores son San Martín y Puno, mostrando mayores incrementos de brecha, con 8 establecimientos, en cada caso.
Los resultados de este estudio son contraproducentes para los objetivos que se plantean desde el Minsa, ya que se encuentra muy lejos de cumplir con su meta de reducir la brecha de infraestructura y contar con 110 establecimientos más para este 2022.
El ministerio indicó que una de las razones de este retroceso se debe a causas de retrasos en el cumplimiento de cronogramas de ejecución física de los proyectos atribuibles a las unidades ejecutoras de las inversiones, a los contratistas y a las paralizaciones de obras a causa por el COVID-19.
Ante esta situación es imprescindible que el Minsa plantee de manera urgente su estrategia y busque soluciones para este terrible diagnóstico recibido a sus establecimientos.