Evacuación en emergencias: ¿cómo proteger a niños, adultos mayores y pacientes crónicos? 

Cuando ocurre una emergencia no todos podemos reaccionar de la misma manera. Los más pequeños, los adultos mayores, las personas con discapacidad y quienes viven con enfermedades crónicas necesitan apoyo especial. Por eso, su protección debe ser una prioridad en cada etapa: desde la preparación, hasta la evacuación y la recuperación después del evento. 

Antes de la emergencia 

Gino Felandro, médico internista de la Clínica Ricardo Palma, enfatiza en la importancia de prepararnos en el hogar con anticipación. Eso significa: 

  • Tener una mochila de emergencia lista con agua, alimentos no perecibles, linterna, radio a pilas y botiquín básico. 
  • Guardar en una funda plástica o mica los documentos médicos más importantes de estos grupos vulnerables como: recetas, diagnósticos o exámenes (radiografías, tomografías u otros) que se puedan necesitar. 
  • Armar un pastillero semanal con la medicación ya organizada para no equivocarnos en el apuro. 

“Tener en cuenta que esto (pastillero) es bastante dinámico, el medicamento que puede estar recibiendo ahora un paciente o una persona de grupo vulnerable, mañana o pasado pueden cambiar, pueden variar o suspenderse, por lo que se va a necesitar actualizar frecuentemente esta lista, recetas e indicaciones”, añade Felandro.  

De igual manera, el especialista señala la importancia de que cada persona vulnerable tenga asignado un acompañante (familiar o vecino) que no pertenezca al mismo grupo. Esta persona será responsable de ayudarla en la evacuación. 

Durante la evacuación 

El momento de evacuar puede resultar muy angustiante. Sin embargo, guardar la calma y mantener una comunicación clara y cercana pueden marcar la diferencia: 

  • Explica a cada persona, con palabras sencillas, qué va a pasar y a dónde van. 
  • Si algún miembro de la familia usa bastón, andador o silla de ruedas, asegúrate de tenerlo a la mano. 
  • Los niños pequeños deberían llevar una pulsera o collar con su nombre y teléfono de contacto, en caso se separen del grupo. 
  • Si alguien no puede hablar, un silbato podrá ser bastante útil para llamar la atención de los brigadistas. 

Asimismo, Felandro indica que es clave notificar a las brigadas de emergencia que estás acompañado de una persona en condición vulnerable. Eso permitirá que le brinden asistencia especial y oportuna.  

¿Cómo abordar a los más pequeños? 

Los niños pueden asustarse mucho ante estas situaciones. Para ayudarlos, el doctor de la Clínica Ricardo Palma aconseja: 

  • Incluir en la mochila de emergencia un juguete o manta favorita. 
  • Tratar de mantener pequeñas rutinas, como contarles un cuento o cantar canciones juntos. 
  • Nunca minimizar lo que sienten. Es mejor decirles la verdad con calma y darles espacio para expresar sus emociones. 

¿Como abordar a los adultos mayores? 

Teniendo en cuenta que pueden tener movilidad reducida y que son los que necesitarán mayores cuidados básicos, es importante: 

  • Llevar siempre a mano sus medicamentos, lentes, audífonos o prótesis (y pilas de repuesto). 
  • Considerar un lugar donde puedan sentarse durante la espera. 
  • Alistar abrigo suficiente, porque el frío puede afectarlos más rápido. 

De igual manera, Felandro también indica que “es importante tratar de que las personas con movilidad reducida puedan sentirse útiles, porque a veces pueden empezar a caer en cuadros de depresión o sentirse una carga para los demás. Se les pueden asignar tareas sencillas para que puedan mantenerse activas y útiles y puedan sentir que están colaborando con el tema de la evacuación en la emergencia”. 

¿Cómo abordar a personas con enfermedades crónicas? 

Para quienes viven con diabetes, hipertensión o problemas cardíacos, la continuidad de sus medicinas es vital. 

  • Guarda sus recetas y un informe médico actualizado en la mochila. 
  • Incluye siempre su medicación habitual. 
  • Revisa cada cierto tiempo el kit para actualizar la dosis o cambiar medicamentos vencidos. 

Esenciales para salvar vidas 

Finalmente, Felandro recuerda que los simulacros son clave para estar preparados ante cualquier desastre de la naturaleza.  Participar con toda la familia -incluidos los miembros de grupos vulnerables-, ayuda a detectar problemas antes de que ocurra una emergencia real. Así todos sabrán siempre qué hacer, a dónde dirigirse y cómo ayudar a quienes más lo necesitan.  

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