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¿Hay falta de ética de los estudiantes de medicina que recibieron la vacuna de Sinopharm?

En un hilo en su cuenta de Twitter, el epidemiólogo peruano, Mateo Prochazka, explica la implicancia en la decisión de los estudiantes, que formaron parte del equipo del ensayo clínico, de inmunizarse cuando la vacuna aún no estaba aprobada en el Perú.

Uno. Para ponernos en contexto: los estudiantes de medicina de externado (sexto) o internado (sétimo) son jóvenes de 21 o más años que ya han completado cinco años de carrera. El currículo de Medicina Humana tiene créditos por formación en ética e investigación desde el primer año.

Dos. Los estudiantes tienen entrenamiento suficiente para tomar decisiones basadas en ética médica, de ahí que estén como practicantes, lo que implica evaluar pacientes, atender partos o apoyar en cirugías (con supervisión, usualmente). También hacen trabajo de investigación para tesis.

Tres. Ese entrenamiento es suficiente para diferenciar lo que está bien de lo que está mal en la atención a pacientes. También lo que es y no es ético en la investigación científica. Sin embargo, el marco regulatorio de ensayos clínicos es un tema más complejo y técnico.

Cuatro. Por ejemplo, cuando trabajé como coordinador de ensayos clínicos en tuberculosis en 2014, tuve que entrenarme en buenas prácticas clínicas (curso online + presencial en el Instituto Nacional de Salud) y en fundamentos de la investigación clínica (curso auspiciado por Estados Unidos y realizado en Chile).


"Definitivamente, los estudiantes que se han vacunado han cometido una falta ética grave, en contra del principio de justicia. Su posición privilegiada los ha permitido beneficiarse antes que otros. Probablemente haya partido de la ignorancia y falta de conocimiento".

Cinco. Considero que, sin el entrenamiento mencionado anteriormente LUEGO de terminar la carrera de medicina, no hubiese podido diferenciar, puesto en la situación del ensayo Sinopharm, que vacunarme constituía una falla regulatoria grave. Porque lo es, sin duda.

Seis. Sin embargo, sí considero que podría haber pensado que el acceso temprano a una vacuna, en el contexto de una pandemia, era un privilegio enorme. Quizás hubiese pensado que trabajar en el estudio me daba acceso a ese privilegio.

Siete. Definitivamente, los estudiantes que se han vacunado han cometido una falta ética grave, en contra del principio de justicia. Su posición privilegiada los ha permitido beneficiarse antes que otros. Probablemente haya partido de la ignorancia y falta de conocimiento.

Ocho. Siendo estudiantes, esa falta de conocimiento no es solo responsabilidad suya, sino de la institución EDUCATIVA a la que le pagan pensión todos los meses [en este caso la Universidad Cayetano Heredia]. Y del equipo de investigación senior, que debió entrenar a todos en buenas prácticas clínicas.

Nueve. OJO, es estándar internacional y requisito del INS que toda persona que está trabajando en ensayos clínicos reciba entrenamiento de buenas prácticas clínicas.

Diez. En la medida en que la responsabilidad recae principal, pero no únicamente, sobre la Universidad Cayetano Heredia debe:

– Garantizar su acceso a defensa y protección legal, financiada por la misma Facultad.

– Ofrecer apoyo psicológico y vocacional a los estudiantes afectados

Texto publicado originalmente en la cuenta de Twitter del autor (@teozka).



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