Los cambios en el ciclo menstrual pueden ser normales, pero algunas irregularidades indican problemas de salud que requieren atención médica. Wendy Gutiérrez, ginecóloga de la Clínica Internacional explica qué señales no debes ignorar.
Un ciclo menstrual típico ocurre cada 28 a 30 días y dura entre 2 y 7 días. Sin embargo, “no todas las mujeres tienen ciclos exactos”, comenta la doctora Wendy Gutiérrez, ginecóloga de la Clínica Internacional.
Según explica la especialista, de acuerdo con el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia (ACOG), el 90% de las niñas y adolescentes tendrán ciclos saludables de entre 21 y 45 días de longitud. Mientras que, para el tercer año después de la menarquia, de 60% a 80% de las adolescentes tendrán ciclos de duración típica de una adulta, que van entre los 21 y 35 días.
La menstruación es el sangrado que ocurre cuando no hay embarazo y el útero se desprende de su recubrimiento. Este proceso es parte del ciclo hormonal mensual y es un indicador clave de salud reproductiva. No obstante, también existen ciertos casos en los que podemos estar frente a una irregularidad menstrual. ¿Cuáles son las más frecuentes? Te contamos.
Tipos de irregularidades menstruales y sus causas
- Ciclos muy espaciados (oligomenorrea): pueden deberse a síndrome de ovario poliquístico, estrés, cambios de peso o trastornos tiroideos.
- Sangrados frecuentes o prolongados: relacionados con miomas, pólipos, endometriosis o desequilibrios hormonales.
- Ausencia de menstruación (amenorrea): puede aparecer por embarazo, ejercicio excesivo, hiperprolactinemia, problemas tiroideos o bajo peso.
- Sangrado abundante (menorragia): causado por miomas, alteraciones de coagulación o cambios hormonales, y siempre requiere revisión médica.
Durante la menstruación, es común experimentar algunos síntomas digestivos. “Cerca del 50% de las mujeres presenta en algún momento de su ciclo menstrual cambios en la digestión, especialmente durante los primeros días del sangrado. Esto ocurre por la acción de las hormonas sexuales, estrógenos y progesterona, y las prostaglandinas, sustancias que se liberan durante la menstruación y provocan que el útero, que es un músculo, se contraiga”, manifiesta la doctora de la Clínica Internacional.
A su vez, Gutiérrez detalla que las llamadas prostaglandinas también “pueden afectar los músculos del intestino, aumentando la movilidad intestinal y causando síntomas como diarrea, dolor abdominal o sensación de inflamación pélvica”.
No obstante, si todos estos síntomas son intensos, prolongados o vienen acompañados de fiebre o sangre en heces o deshidratación, es fundamental acudir con un médico especialista. “El cuerpo siempre da señales y no debemos normalizar el dolor ni el sangrado excesivo”, enfatiza la Dra. Gutiérrez.
Señales de alerta: ¿cuándo debo acudir al ginecólogo?
Debes consultar inmediatamente con el especialista si presentas:
- Ausencia de regla por más de 3 meses sin causa aparente
- Sangrado muy abundante, con coágulos grandes o necesidad de cambiar la toalla cada hora
- Sangrado entre periodos frecuentes
- Dolor intenso que impide realizar actividades diarias
- Anemia, mareos, palidez o pérdida de peso
- Cambios hormonales visibles como acné, caída de cabello o aumento de vello
Ante irregularidades menstruales, ¿qué tipo de evaluaciones me pueden solicitar?
El ginecólogo suele realizar un estudio integral que incluye:
- Historia clínica y revisión de hábitos de sueño, estrés, dieta y ejercicio
- Evaluación de anticonceptivos y medicación actual
- Exámenes de laboratorio: perfil hormonal (FSH, LH, estradiol, progesterona), hormonas tiroideas (TSH, T4), prolactina, test de embarazo, hemograma, insulina y glucosa si es necesario.
- Estudios de imagen: ecografía transvaginal para observar ovarios, útero endometrio y posibles miomas o pólipos.
El objetivo es determinar si la irregularidad es hormonal, estructural o relacionada con el estilo de vida.
Por otro lado, la doctora Gutiérrez añade algunas medidas que pueden ayudar a regular el ciclo menstrual. Por ejemplo, mantener una rutina de sueño saludable (dormir siempre entre 7 a 8 horas diarias) para equilibrar hormonas. Realizar ejercicio regular (al menos 150 minutos semanales). Además, mantener una alimentación balanceada y reducir el consumo de ultraprocesados, así como controlar el estrés, uno de los principales factores de desequilibrio hormonal. “Mantener un peso saludable, pues tanto el bajo peso como el exceso alteran el ciclo y evitar la automedicación hormonal”, finaliza diciendo la especialista.
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