La cándida albicans no es tan santa.
La levadura llamada cándida albicans es una de las más difíciles de tratar por su resistencia a casi todos los tratamientos. Entre los síntomas que causa son muy variados a nivel oral, gástrico o genital que es en donde más se desarrolla.
La cándida albicans es una levadura comensal que todos los seres humanos tienen en las mucosas de las cavidades oral, intestinal y vaginal. Cuando se encuentra en sus valores normales es inofensiva, pero su se dispara en personas inmunocomprometidas.
El estrés físico y emocional aumenta la colonización de las superficies mucosas por cándida.
Factores de adquisición
Aún se desconoce el factor principal, ya que es multifactorial. Como genéticos, grupo sanguíneo, hormonales, uso de antibacterianos, edad, actividad sexual, diabetes, etc. Sin embargo, la cándida albicans puede adquirirse a partir del tracto intestinal, por contacto sexual (el tener relaciones activa la cándida latente en la persona, mas no es una ITS o ETS) y por recaídas después de un tratamiento que no terminó de erradicar esta levadura.
Sintomatología
La candidiasis vaginal suele presentar irritación en la vulva, dolores vaginales, secreción espesa blanca y sin olor, con aspecto similar al queso cottage.
La candidiasis intestinal produce gases intestinales, hinchazón abdominal, heces con olor desagradable, digestión pesada, estreñimiento o diarrea.
La candidiasis oral se manifiesta con lesiones blancas en la lengua, mejillas internas, encías o amígdalas, pérdida del gusto, sensación de “lengua de algodón”, inflamación o ardor.
Una levadura muy difícil de erradicar
Ya que la cándida albicans es una levadura de muy difícil tratamiento, este puede ser muy variado y rotativo. Generalmente está compuesto por antimicóticos como la nistatina, fluconazol o itraconazol de forma oral; por vía vaginal, el uso de supositorios probióticos y/o ácido bórico. Sin embargo, el médico tratante debe indicar la dosis, medicamento y tiempo exacto de tratamiento para evitar las recidivas.
El pronóstico es bueno, siendo curativo tanto los tratamientos tópicos como sistémicos. Pero si los factores predisponentes de estas micosis no se corrigen, es posible otra nueva infección.