La importancia de utilizar fotoprotectores

Una exposición al sol de forma consciente puede ser muy beneficiosa para nuestro cuerpo y mente. Sin embargo, una exposición prolongada e irresponsable tiene efectos muy perjudiciales para nuestra piel. Para minimizar dichos daños se han desarrollado una serie de medidas conocidas como fotoprotección. Entre ellas están las ropas, las gorras, las gafas y los fotoprotectores cutáneos.

A corto plazo, los rayos ultravioletas (UV) del sol pueden generar enrojecimiento cutáneo, quemaduras o inmunosupresión. A largo plazo, puede causar manchas, envejecimiento o cáncer de piel. “Nuestra piel tiene memoria, va acumulando daño solar. Las manifestaciones pueden surgir mucho tiempo después de haber dejado de exponerse a las radiaciones solares”, explica el Dr. Francisco José Esteban González al diario La Vanguardia. 

Si bien esta radiación aumenta en verano y primavera, está presente durante todo el año, ya que atraviesa las nubes. Es por eso que hoy ya no se habla de cuidados especiales de la piel, los cuales pueden ser opcionales para las personas, sino de cuidados esenciales que todos debemos tener incorporados en nuestra rutina diaria. 

“Nuestra piel tiene memoria, va acumulando daño solar. Las manifestaciones pueden surgir mucho tiempo después de haber dejado de exponerse a las radiaciones solares”.

“La intensidad de la radiación está regulada por la capa de ozono que actúa como un potente filtro de los rayos UV emitidos por el sol, sin embargo, debido al cambio climático, la capa se está deteriorando cada vez más”, agrega la dermatóloga Alicia Quispe en RPP. “En consecuencia, es extremadamente importante proporcionar a la piel del rostro protección solar todos los días”. 

Sigue estos consejos para protegerte de la radiación solar: 

• Evita la exposición prolongada en las horas más soleadas (11 a.m. a 4 p.m.). 
• Utiliza protector solar todos los días en el rostro. 
• Aplica el protector generosamente 20 o 30 minutos antes de la exposición solar sobre la piel limpia y seca, en aquellas zonas que van a estar expuestas a la radiación solar.
• Renueva el protector cada dos horas, o menos si existe una sudoración importante.
• Usa gorras, sombreros de ala ancha, camisas frescas de manga larga y pantalones frescos largos. 
• Usa lentes oscuros que tengan protector UV
• Toma abundante agua para compensar la deshidratación que se produce tras la exposición solar.
• Recuerda que la piel bronceada también necesita fotoprotección.

¿Qué fotoprotector usar? 

Para mantenerte a salvo en el sol, necesitas un protector solar que combine la protección de los rayos UVA (causan el envejecimiento de la piel), UVB (responsables de las quemaduras y el bronceado) y los rayos UVA largos (subtipo que causa manchas, alergias y envejecimiento). Tanto los rayos UVA como los UVB aumentan el riesgo de contraer cáncer de piel.  

Si tienes piel, cabello y ojos claros, vas a necesitar una protección alta o muy alta (FPS 30-50+), aunque si tienes una piel más oscura, podrías usar un factor de protección más bajo. Si tienes piel sensible, tienes que usar una marca que formule específicamente sus productos a fin de que sean aptos para pieles sensibles.

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