Los riñones son uno de los grandes protagonistas de nuestro cuerpo que necesitan ciertos cuidados.

Los riñones hacen parte del sistema urinario junto con los uréteres, la vejiga y la uretra. Son dos órganos ubicados en la parte posterior de la cavidad abdominal por encima de la cintura, tienen la forma de un gran frijol y tienen el tamaño de un puño. 

Todos pensamos que son unos filtros maravillosos y es cierto, ya que se encargan de mantener el equilibrio del agua en el cuerpo; si hay exceso de agua lo sacan y lo filtran a la sangre, extraen el excedente y aumentan la producción de orina.  Pero su función va más allá, pues se encargan de purificar la sangre filtrándose cada 50 minutos y en esta filtración eliminan una serie de sustancias tóxicas que se obtienen tanto de la digestión de los alimentos como del propio metabolismo celular. De esta filtración se expulsan del cuerpo elementos como urea, sodio, sulfatos, fosfatos, creatinina, sales de amonio y ácido úrico entre otros. 

Además de ser nuestros filtros, estos grandes protagonistas de nuestro cuerpo tienen otras funciones vitales que muchas personas desconocen. Ya que nuestros riñones también producen hormonas o sustancias que tienen funciones específicas en nuestro organismo. Estas son algunas: Eritropoyetina: hormona encargada de la producción de glóbulos rojos,  células fundamentales de nuestra sangre para el transporte de oxígeno hacia las células. Su deficiencia genera anemia.

• Renina: hormona que ayuda a mantener los niveles de tensión arterial a través del control de diferentes electrolitos que se eliminan o se retienen en los riñones. Su deficiencia puede llevar a alteraciones de la tensión arterial. 
• Calcitriol: es una forma activa de la vitamina D y es fundamental para el metabolismo del calcio (Ca), el cual mantiene el funcionamiento celular y es vital para el funcionamiento de los músculos y la salud de los huesos.

Para cuidar nuestros riñones es muy importante mantener un estilo de vida saludable. Por eso, te compartimos algunos consejos importantes: 

• Mantenernos adecuadamente hidratados: para esto tomar agua de 4 a 6 vasos de agua al día y si se aumenta la pérdida de líquido, sea por ejercicio, calor excesivo o alguna otra razón, hay que aumentar la ingesta de agua o de otra bebida según la recomendación de un profesional. Si es por ejercicio o calor una bebida hidratante suele ser adecuada.
• Hacer ejercicio apropiado según nuestra edad y condición física.
• Mantener un peso corporal adecuado.
• No fumar.
• No consumir medicamentos que no formule un profesional de la salud.
• Controlar periódicamente (mínimo 1 vez al año) los niveles de tensión arterial y azúcar en la sangre y si están alterados, consultar al médico y seguir el tratamiento indicado.
• Evitar el consumo excesivo de sal.

Hay que prestar atención a las situaciones internas y externas que puedan afectar a nuestros riñones. Los golpes son situaciones que pueden afectarlos y el uso de algunos medicamentos.