Bienestar

Niños hiperregalados: ¿Cómo gestionar el exceso de regalos entre nuestros hijos?

Se acerca la Navidad y es imposible dejar de pensar en la ilusión que causan los obsequios entre nuestros engreídos. Sin embargo, es importante aprender a elegir la cantidad y tipo de presentes correctos.

Se dice que son los niños quienes más disfrutan de la Nochebuena y es que por tradición, las familias no solo se reúnen para compartir una deliciosa cena. Bajo el árbol navideño, padres, abuelos, tíos y otros seres queridos dejan toda clase de regalos que los más pequeños esperan abrir impacientes.

Al respecto, Lorena Ponce Solórzano, psicóloga y psicoterapeuta especialista en niños y adolescentes en Centro TOC México y Centro Fametsis psicoterapeutas – Perú, comenta que “desde hace algunos años, los niños se han acostumbrado a recibir una gran cantidad de regalos, que incluso no llegan a disfrutar como se quisiera”, explica. Por el contrario, sin darnos cuenta, esta situación podría terminar generando algunas consecuencias negativas.

A corto plazo:

  • Sobre-estimulación: Nuestros hijos reciben tantos juguetes que no son capaces de prestar atención a cada detalle ni dedicar tiempo a jugar con cada uno de ellos. “Esto puede llevar a desarrollar menores que se aburran fácilmente de las cosas o niños que no se sientan satisfechos con nada”, comparte la especialista.
  • Pérdida del sentido real de la festividad a celebrar: Cuando no se gestiona correctamente la cantidad de regalos, estos toman un rol protagónico en las celebraciones, llevando a que los niños desconozcan el significado y sentido real de la festividad, que es compartir tiempo de calidad junto a toda la familia y/o amigos.

 Además, a largo plazo, “podría llevar a que los niños crezcan con una idea distorsionada de la vida, en donde se priorice lo material y el consumismo, frente a las cosas realmente fundamentales, como crear vínculos genuinos con las personas de su entorno”, sostiene Ponce.

De otro lado, la psicóloga y psicoterapeuta anota que no exagerar con la cantidad de regalos permite generar una adecuada gestión de la frustración, enseñando que no todo se puede obtener al instante. “Contribuir en reducir los regalos excesivos en los niños generará efectos positivos en los futuros adultos, quienes podrán gestionar de mejor manera situaciones de fracaso y adversidades que se les puedan presentar a lo largo de la vida”, anota la psicóloga.

La regla de los 4 regalos

¿Alguna vez oíste hablar de esta regla? Pues toma nota, que te ayudará a elegir de manera más acertada la cantidad y tipos de regalos correctos para los niños:

  1. Algo para ponerse: ropa o calzado
  2. Algo para leer: un cuento o libro que sepas que le encantará
  3. Algo que realmente necesiten: como una mochila para el siguiente año escolar
  4. Algo que deseen: como el juguete que han pedido en todas sus cartas a Papá Noel o los Reyes Magos

Gestionar en familia

En fechas especiales como la Navidad o el cumpleaños de nuestros engreídos es natural que además de los padres, los regalos provengan de otros familiares. Es ahí que surge la pregunta, ¿qué hacer en casos como esos en donde no podremos controlar al 100% la cantidad de presentes que recibirá mi niño o niña?

Además de pedir a los familiares que se junten y entreguen un solo regalo entre todos, otra idea que puede funcionar es gestionar la recepción de los obsequios. “Es recomendable que los padres puedan dosificar la cantidad que reciben los menores. Esta dosificación tiene como objetivo ir entregando gradualmente los juguetes a los niños, permitiéndoles encontrar diversas formas de jugar y de desarrollar su imaginación con un juguete a la vez”, recomienda Ponce.

Algunas alternativas según la edad

Es importante pensar en la etapa evolutiva en la que se encuentran, así como sus características y gustos individuales.

En el caso de niños de entre  1 a 2 años de edad, Ponce enfatiza en que se trata de pequeños que están empezando a explorar su entorno o a dar sus primeros pasos. En ese sentido, podemos considerar carritos para empujar u otros para subirse en ellos. “También hay opciones que les permiten desarrollar su motricidad gruesa como las pelotas y el triángulo pikler”, aconseja. Otras alternativas pueden ser los rompecabezas, cuentos o juguetes para encajar.

De 3 a 4 años, “son niños que ya tienen mayor destreza motora”, cuenta la especialista. En estos casos podemos poner en práctica el juego simbólico o de roles, permitiendo la recreación de conductas aprendidas a través de la observación. Estas opciones pueden ir desde disfraces hasta set de juegos de bomberos, doctores u otras profesiones. Además, se puede recurrir a bloques grandes, arena mágica y más.

A su vez, para los niños de 5 años a más,  que ya empiezan a experimentar el juego colaborativo con sus pares y que “ya son capaces de establecer y seguir determinadas reglas”, tal como refiere Ponce, podemos tomar en cuenta juegos de mesa aptos para su edad, materiales artísticos para algún proyecto y rompecabezas con más piezas. Al estar la destreza motora más desarrollada, las bicicletas, scooters o patinetas también son buenas opciones.

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