Durante los últimos años se han incrementado notablemente el número de jóvenes que deciden someterse a una cirugía ocular para corregir defectos visuales y dejar de depender de lentes. “Cada vez vemos más jóvenes optando por la cirugía refractiva, y aunque podría parecer una moda impulsada por la estética, en realidad hay razones médicas muy válidas detrás”, explica la doctora Valentina Gracia, oftalmóloga de la Clínica OftalmoMedic.
Según cifras del National Eye Institute de Estados Unidos, más del 60% de la población adulta necesita corrección óptica para ver bien. En ese sentido, la especialista comenta que este tipo de intervenciones brinda mayor independencia visual para estudiar, hacer deporte o trabajar sin depender de lentes o lentes de contacto, el cual podría generar molestias o incluso infecciones por uso prolongado. “La cirugía refractiva ofrece una solución médica real, segura y eficaz, respaldada por estudios científicos. Por ejemplo, estudios de la American Academy of Ophthalmology muestran que el 96% de los pacientes logran una agudeza visual de 20/40 o mejor, y la mayoría llega a ver 20/20”, agrega Gracia
¿Cómo funcionan estas cirugías?
Las operaciones más comunes para corregir miopía astigmatismo e hipermetropía, son las cirugías refractivas con láser, las cuales modifican la curvatura de la córnea para que la luz se enfoque correctamente sobre la retina. Esto permite que la persona recupera una visión adecuada sin necesidad de lentes.
“Es una cirugía ambulatoria, rápida y con una recuperación en semanas. Lo que hacemos es tomar medidas muy precisas del ojo y diseñar un perfil láser único para cada paciente”, comparte la especialista.
¿Quiénes son candidatos y desde qué edad se puede realizar?
Si bien el interés por este procedimiento suele empezar en la adolescencia, Gracia comparte que la edad mínima recomendada para realizarlo es a los 18 años. Pero más allá de la edad, lo determinante es que la graduación (medida del defecto visual de una persona) del paciente se mantenga estable y sin cambios significativos durante al menos un año. “No todos los jóvenes son candidatos ideales. Por ejemplo, en casos de córneas delgadas, enfermedades oculares como el queratocono o ciertas condiciones sistémicas, se desaconseja este procedimiento”, advierte la oftalmóloga de la Clínica OftalmoMedic.
Beneficios y riesgos que debes considerar
Los beneficios de esta cirugía son evidentes: mejora la calidad de vida, facilita la práctica de deportes e incluso viajar sin preocupaciones ni molestias derivadas del uso prolongado de lentes de contacto o de gafas durante todo el día.
Sin embargo, como en todo procedimiento médico, también existen riesgos. Pese a que los avances tecnológicos han hecho que la cirugía refractiva sea cada vez más segura, no está libre de complicaciones. Por ello, la especialista insiste en que la clave está en una adecuada evaluación preoperatoria y en realizar la cirugía solo en centros certificados, con profesionales capacitados, protocolos de seguridad adecuados y tecnología de última generación.
Recomendaciones antes de operarse
Si estás considerando dejar de usar lentes mediante una cirugía refractiva, Gracia recomienda acudir primero a una consulta especializadas. Es fundamental que cada paciente reciba una evaluación médica detallada para determinar si es candidato. Recuerda que no todos los ojos son iguales y la cirugía deberá personalizarse.
Asimismo, la oftalmóloga sugiere informarse bien, resolver todas las dudas con el especialista y, por último, tener paciencia durante el proceso de recuperación. “Aunque muchos ven bien desde el primer día, la estabilización completa puede tomar algunas semanas. Lo fundamental es tomar esta decisión de manera informada, responsable y guiada siempre por un profesional”, finaliza.
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