¿Sabes cómo funciona el cortisol en tu cuerpo?
El cortisol prepara al cuerpo para enfrentar situaciones de peligro, pero si los niveles se mantienen siempre altos pueden traer problemas de salud.
Seguramente has oído hablar del cortisol y de su aliado el estrés, y su sola mención te pone algo nervioso o nerviosa. No es para menos, pues constantemente recibimos información negativa sobre sus tan “temibles” reacciones. Pero, ¿cuánto hay de cierto en ello? En esta nota te contamos todo sobre la llamada hormona del estrés.
El endocrinólogo Fernando Quinto, del Centro Plaza Lima Sur de la Clínica Ricardo Palma, explica que el cortisol es muy importante para el organismo, porque se produce para hacerle frente a momentos de estrés físico o mental, que son percibidas por el cerebro como amenaza, o situaciones de peligro real en las que se debe correr o luchar.
“El cuerpo se prepara para enfrentar el problema distribuyendo el flujo sanguíneo, aumentando la presión arterial, incrementando la glucosa en la sangre, elevando el suministro de energía y mejorando el uso de la glucosa en el cerebro. No obstante, una vez que pasa el riesgo bajan los niveles de cortisol y el organismo vuelve a la normalidad”, explica Quinto. Además, esta hormona, producida por las glándulas suprarrenales, nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y regula el metabolismo.
No obstante, su mala fama proviene del exceso de cortisol en la sangre; es decir, cuando constantemente se tienen altos los niveles de la hormona del estrés. Esto puede darse por tres motivos:
- Ingesta de medicamentos corticoides. Consumir por varios días fármacos corticoides orales o inyectables elevan los niveles de esta hormona en la sangre.
- Producción endógena. “Sucede cuando el cuerpo produce su propio cortisol, generalmente, a causa de tumoraciones en las glándulas suprarrenales o la hipófisis”, destaca el especialista.
- Estrés crónico. De acuerdo con el portal de la Clínica Mayo, “cuando los factores estresantes están siempre presentes y te sientes constantemente atacado, esa reacción de pelear o huir estará siempre encendida”. Por lo tanto, la alta presencia de cortisol en la sangre es constante.
Señales de alerta
El tener constantemente el cortisol elevado puede traer consigo:
-Aumento en la presión arterial.
-Colesterol y triglicéridos elevados.
-Incremento de glucosa en sangre, que puede llevar a la diabetes.
-Aumento de grasa en la cara, el cuello y la región abdominal (los brazos y piernas pueden ser delgados).
-Problemas dermatológicos.
-Moretones espontáneos.
-Osteoporosis en pacientes jóvenes.
-Problemas de insomnio.
¿Cómo detectarlo?
Los niveles de cortisol se pueden detectar con exámenes de sangre, orina y saliva. No obstante, Rincón resalta que estos deben ser interpretados por un especialista, porque la lectura va a depender del momento en que se toma la muestra y otras variables.
Agrega, que el tratamiento varía de acuerdo al origen. “Si el incremento de producción es endógeno -es decir, si se trata de factores internos o inherentes al organismo- se tratará con medicamentos especializados dependiendo de cuál sea la fuente de producción. En el caso de las personas que toman medicamentos corticoides se les retira o cambia los fármacos. De no ser posible, se tratan las complicaciones que pueden derivar del tratamiento con corticoides”, apunta.
De otro lado, si proviene de cuadros crónicos de estrés, la Clínica Mayo recomienda identificar cuáles son las causas, mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, dormir adecuadamente (7 horas en promedio), practicar técnicas de relajación, tener algún pasatiempo, establecer redes de apoyo e incluir el humor en el día a día. Asimismo, buscar acudir a un profesional de la salud mental que te brinde las herramientas adecuadas para manejar las situaciones estresantes.
Como puedes ver, el cortisol no es tu enemigo; sin embargo, hay que tomar las medidas adecuadas para mantenerlo a raya y poder tener una vida plena y saludable.