¿Tomas agua de manera correcta?
Beber agua trae muchos beneficios, sin embargo, debemos hacerlo de manera correcta para aprovecharla al máximo.
Siempre se recomienda tomar agua para limpiar nuestro organismo y mantener buena salud, pero muchas veces se prescinde de ella, o se bebe en exceso.
El agua forma parte de todos los fluidos de nuestro cuerpo. Estamos compuestos de 60% de agua (desde tejidos a fluidos como jugos digestivos, lágrimas, saliva, etc), por ello, es importante consumirla para que nuestras células funcionen con normalidad y evitar la deshidratación.
Cantidad de recomendada
Una recomendación estándar es beber agua de 1 a 2 L diario y/o el equivalente a 6 u 8 vasos. La cantidad se aumenta gradualmente si deseas empezar esta rutina. Si sudas porque realizas deporte, es mucho más rápido reponerla.
Tipo de agua
Debemos asegurarnos que la calidad del agua sea óptima, que pase por tuberías en buen estado, filtrada de cloro, no solo basta hervirla, por ello una de las mejores opciones es el agua embotellada o pasarla por filtros osmóticos de jarras o de dispensadores.
¿El mejor momento?
Se recomienda beber agua para romper el ayuno, así se elimina la primera ronda de toxinas a primera hora del día. Otro momento es antes de las comidas para evitar comer en exceso o comer muy rápido.
Beber un vaso de agua 15 minutos antes puede ser una buena opción. Recuerda beberla por sorbos y lento para evitar la distensión abdominal.
Por otro lado, un dato muy importante es evitar beberla durante las comidas (y no solo para el agua, sino para cualquier bebida), ya que se mezclará y disminuirá los jugos gástricos necesarios para la digestión.
Algunos tips
- Para consumir agua se puede mezclar con infusiones de plantas medicinales
- Elabora limonadas o jugos sin azúcar.
- Lleva siempre contigo una botella de agua y entrénate para que beber agua sea una costumbre saludable.
Sin embargo, existen investigaciones que sostienen que beber lo suficiente para evitar una deshidratación leve ayuda a la función cerebral y a nuestra capacidad para realizar tareas simples, como la resolución de problemas.