¿Cómo mantener una alimentación saludable si tengo diabetes? 

La diabetes es una condición que afecta el metabolismo de la glucosa, lo que puede provocar complicaciones graves si no se maneja adecuadamente. En ese aspecto, es importante tener en cuenta que una de las herramientas más efectivas para controlar la enfermedad radica en la manera en cómo nos alimentamos. Conversamos con Yarella Champi, especialista en nutrición de Nutrición con Carolina y aquí presentamos las claves esenciales para mantener una dieta adecuada y mejorar la calidad de vida en caso de diabetes. 

¿Cómo debe ser una dieta adecuada para pacientes con diabetes? 

“Una dieta para una persona que tiene diabetes debe centrarse en ayudar a mantener estables los niveles de glucosa en sangre”, enfatiza Champi. Así, subraya que, para lograrlo, es fundamental controlar la cantidad y el tipo de carbohidratos consumidos, que sea rica en fibra y, al mismo tiempo, que tenga una adecuada distribución de macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas).  

¿Qué grupos de alimentos deben priorizarse? 

La alimentación de un paciente con diabetes debería incluir: 

• Alimentos proteicos: Carnes magras, pescado, huevos, y legumbres, que proporcionan saciedad y ayudan a mantener la masa muscular. 

• Grasas saludables: Aceite de oliva, palta y frutos secos, que son esenciales para el buen funcionamiento cardiovascular. 

• Frutas y verduras: De preferencia, aquellas con bajo índice glucémico, como las verduras de hojas verdes, tomates, pepinos, fresas y arándanos. 

• Lácteos y derivados (de preferencia descremados): Como el yogur natural sin azúcar o leches descremadas, que ofrecen calcio y otros nutrientes esenciales. 

• Almidones: Como la quinua, el arroz integral, la papa o los tubérculos, que proporcionan energía, pero deben consumirse con moderación para evitar picos de glucosa. 

Aquí un ejemplo de snack saludable que podría ser ideal para media tarde: 

• Papaya picada, yogurt griego sin azúcar, un mix de frutos secos y una cucharada de salvado de trigo. Este tipo de alternativas son ricas en fibra, proteínas y grasas saludables, que ayudan a mantener estables los niveles de glucosa sin causar picos. 

De otro lado, la nutricionista indica que las personas con diabetes pueden incluir todos los grupos de alimentos en su dieta. No obstante, hay que tener cuidado con ciertos alimentos que pueden tener un impacto negativo sobre los niveles de glucosa en sangre. ¿Cuáles son estos? Toma nota: 

• Azúcares refinados: Como el azúcar blanco, caramelos, pasteles y cualquier producto que contenga azúcares añadidos. 

• Productos ultraprocesados: Comidas rápidas, galletas, papas fritas y productos empaquetados con alto contenido de sal, azúcar y grasas saturadas. 

• Bebidas azucaradas: Las gaseosas, jugos industriales y bebidas energéticas son grandes culpables de los picos de glucosa. 

• Snacks altos en azúcar: Chocolates, dulces y otras golosinas. 

De acuerdo con la especialista de Nutrición con Carolina, el consumo frecuente de estos alimentos puede traer complicaciones para la salud a largo plazo, como daños en los vasos sanguíneos, riñones, nervios y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. 

Alternativas saludables para sustituir el azúcar refinado 

Cuando se trata de endulzar los alimentos, existen alternativas más saludables para quienes buscan evitar el azúcar refinado. La especialista recomienda el uso de estevia, una planta natural que puede encontrarse en diferentes presentaciones (hojas, líquido o polvo). 

• Dosis recomendada: Si es en forma líquida, bastan de 4 a 6 gotas por vaso o taza; si es en polvo, una cucharadita es suficiente. 

• Importante: Asegúrate de elegir productos que sean 100% estevia, sin aditivos o mezclas con otros edulcorantes. 

Asimismo, recuerda que además de seguir una dieta balanceada, el ejercicio físico es esencial para el control de la diabetes. Yarella Champi destaca que, en particular, los ejercicios de fuerza (como levantar pesas o trabajar con máquinas de resistencia) tienen un impacto notable en la mejora de la sensibilidad a la insulina, el control de la glucosa y el aumento de masa muscular. 

Los estudios demuestran que la combinación de una buena alimentación y la práctica regular de ejercicio contribuyen significativamente a mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes, ayudándolas a mantener niveles de glucosa más estables y a reducir el riesgo de complicaciones. 

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