Rusia inicia la primera vacunación masiva mediante la inyección Sputnik V
Las autoridades de Moscú comenzaron a aplicar la vacuna a través de 70 clínicas. Es voluntaria y gratuita.

Horas después de que Reino Unido informase de que comenzaría pronto la vacunación contra el coronavirus con la candidata de Pfizer, el presidente ruso Vladimir Putin no quiso quedarse atrás y ordenó la aplicación masiva de su inyección, Sputnik V, en la capital del país.
Moscú es el epicentro del brote de coronavirus ruso y registra 8.000 nuevos casos cada día. El dato está muy por encima de las cifras diarias de alrededor de 700 casos registradas a principios de septiembre.
Las autoridades comenzaron a aplicar la vacunación a través de 70 clínicas. Es voluntario y gratuito, pero han establecido que los trabajadores con profesiones relacionadas con la salud y la educación sean los primeros en recibir sus dosis.
"El proceso dura una hora. El paciente es interrogado por un médico acerca de su historial. Tras la inyección, hay un descanso de 30 minutos para certificar que no hay ninguna reacción adversa". Portavoz de la campaña de vacunación
La edad máxima para ser vacunado es de 60 años y las personas con problemas de salud y problemas respiratorios, así como las mujeres que estén embarazadas, estarán fuera de las listas de vacunación. Esta se administra en dos dosis, aplicando la segunda una vez transcurridos 21 días de margen respecto de la primera inyección.
Desarrollada por el centro de investigación Gamaleya de Moscú, la Sputnik V tiene una eficacia del 95%, sin embargo, los científicos han mostrado sus desconfianza con respecto a la velocidad con la que Rusia dio por buena su vacuna, sin antes haber completado todas las fases de su desarrollo.
"Trabajo en un hospital y mis padres son mayores. Hace tiempo que no los veo por temor a contagiarlos". Mujer de 48 años que ya recibió la vacuna
Por otro lado, según las encuestas, los rusos no quieren ponerse la vacuna. Ni la rusa ni ninguna otra. En consecuencia, se ha informado que los primeros días de vacunación se han realizado sin colas y con cautela.
Por ejemplo, Maria, una mujer de 48 años, admitió sus temores ante un producto que incluso ella, como profesional de la medicina, considera insuficientemente probado. Aún así, aseguró tener una razón de peso para ser una de las primeras personas del país en acudir a vacunarse. «Trabajo en un hospital y mis padres son mayores; hace tiempo que no los veo por temor a contagiarlos».