Depresión, bipolaridad y TLP: ¿cómo podemos diferenciarlos?

Estar triste o sentir la energía ‘apagada’ porque algo no salió como lo esperábamos, forma parte de todas las emociones positivas y negativas que nos ha tocado experimentar en algún momento de la vida. No obstante, cuando estos episodios se vuelven recurrentes, con cambios súbitos del estado de ánimo, entre otros síntomas, podría ser la alarma de que algo más sucede. Podríamos estar hablando de un cuadro de depresión, bipolaridad o trastorno límite de la personalidad.

“Obtener data confiable en el país sobre esta condiciones ofrece dificultades. Alrededor de 10 de cada 100 personas tuvieron depresión en el último año. Sin embargo, sobre el Trastorno de Bipolaridad y el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), la información accesible es notoriamente menor”, sostiene Fausto Alvarado, jefe de programas de salud de Sanitas.

A pesar de ello, el especialista refiere que en lo que sí podemos profundizar es en el concepto que abarca cada uno de estos términos y por qué suelen ser motivo de confusión. “La diferenciación clínica muchas veces es un reto, incluso para los mismos especialistas”, enfatiza.

Esto se debe a que, dependiendo de la fase en la que se encuentre el trastorno, estas tres condiciones mentales pueden compartir algunos síntomas. “Por ejemplo, en el Trastorno Depresivo, puede verse llanto, estado de ánimo triste, incapacidad para disfrutar o disminución de la energía, lo mismo en la fase depresiva del Trastorno Bipolar o en el TLP, debido a su intensa inestabilidad”, explica.

En busca de un diagnóstico oportuno

Cabe destacar que lo más importante es reconocer que, mientras la depresión y la bipolaridad son trastornos del ánimo, el TLP es un trastorno de la personalidad. Estas son sus definiciones:

• Depresión: Trastorno emocional que causa sentimiento de tristeza o desesperanza constante y pérdida de interés en las actividades cotidianas. Afecta: pensamiento, sentimientos y comportamientos. La depresión no es una debilidad y aunque no sea imposible recuperarse, requiere de un tratamiento a largo plazo.

• Bipolaridad: Enfermedad mental que origina cambios extremos en el estado de ánimo. Son muy marcados los altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión). En un momento puedes sentirte eufórico, en otro lleno de energía y luego profundamente irritable, por ejemplo.

• TLP: Este trastorno de la salud mental impacta directamente en la forma en que piensas de ti mismo y de los demás. A menudo, una persona con TLP tiene problemas de autoimagen y de manejo de las emociones. Además, experimenta mucho miedo al abandono y la inestabilidad. Suele iniciar en la adultez temprana.

De igual manera, Alvarado hace hincapié en que sea cual sea el diagnóstico final (depresión, bipolaridad o TLP),  hay un patrón de señales para identificar que necesitamos ayuda profesional. Estas son:

• Sentirte depresivo incluso en la presencia de sucesos favorables
• Dejar de interesarte en lo que antes disfrutabas
• Pérdida de energía
• Visión de futuro incierta y sin solución
• Cuadros recurrentes de oscilación del estado de ánimo, incluyendo episodios maníacos
• Inestabilidad en las relaciones

“El diagnóstico certero requiere de una evaluación adecuada por un profesional calificado. En estos casos, el médico psiquiatra es el indicado, pero usualmente no es el primero en ser consultado”, comenta el representante de Sanitas. Es por eso que el Gobierno debe garantizar el acceso a un sistema de salud mental de calidad. “Todo el personal de salud, desde el primer nivel de atención, debe estar en la capacidad de brindar un abordaje correcto y poder canalizar al paciente hacia una consulta especializada”, reitera.

 A su vez, cabe destacar que el tratamiento ideal irá en relación con el diagnóstico, pudiendo incluirse opciones farmacológicas y psicoterapia.

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